Un nuevo estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine sugiere que la sangre menstrual podría servir como una alternativa no invasiva para controlar los niveles de vitaminas, cambiando potencialmente la forma en que las mujeres realizan controles médicos de rutina.
El estudio, dirigido por la startup de biotecnología theblood, con sede en Berlín, y realizado en el Centro Médico Universitario de Rostock, comparó los niveles de vitaminas en muestras de sangre menstrual y capilar de 30 participantes. Los resultados mostraron una correlación significativa entre la vitamina A (r = 0,77) y la vitamina D (r = 0,66) en la sangre menstrual y los capilares, lo que convierte a theblood en la primera empresa del mundo en demostrar estas relaciones en investigaciones científicas.
El equipo de investigación utilizó copas menstruales para recolectar sangre menstrual y analizó las muestras utilizando tecnología de gota de sangre seca (DBS). Aunque el estudio encontró que los niveles de vitaminas en la sangre menstrual eran consistentemente más bajos que los de la sangre capilar, la fuerte correlación sugiere que las mediciones de la sangre menstrual pueden usarse para predecir los niveles sistémicos de vitaminas.
El estudio se basa en investigaciones anteriores que muestran que la sangre menstrual tiene potencial para usarse en una variedad de pruebas de diagnóstico. Para theblood, esta investigación representa un hito importante en el desarrollo de soluciones de diagnóstico no invasivas que utilizan sangre menstrual.
La Dra. Amy Whitbread, directora científica de theblood, comentó: «Estos hallazgos resaltan la viabilidad de las pruebas de vitaminas en la sangre menstrual debido a la correlación significativa entre los niveles de vitaminas en la sangre menstrual y capilar. Se basan en investigaciones anteriores que destacan el papel de la sangre menstrual como un potencial de una herramienta no invasiva y más accesible para mejorar los resultados de salud de las mujeres.
El equipo señaló que si bien estos resultados preliminares son prometedores, se necesitan estudios más amplios para validar estos resultados y establecer rangos de referencia clínica para la vitamina en la sangre menstrual.