Los padres del fallecido cantante punjabi Sidhu Moosewala esperan que nazca su segundo hijo en marzo. Su madre, Charan Kaur, de 58 años, quedó embarazada tras someterse a un tratamiento de FIV. Si bien esta noticia puede ser emocionante para las familias, también llama la atención sobre los riesgos y desafíos potenciales asociados con la última etapa del embarazo. Los expertos médicos dicen que el embarazo después de los 35 años se considera una edad materna avanzada y aumentan los riesgos de diabetes gestacional, hipertensión y cesárea. Además, las madres mayores pueden enfrentar problemas de fertilidad y una mayor probabilidad de anomalías cromosómicas en sus bebés.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo asociados con la última etapa del embarazo y los posibles enfoques de manejo?
de acuerdo a Dra. Anusha Rao P, consultora de obstetricia y ginecología, Hospital Yashoda, HyderabadEl embarazo tardío, generalmente definido como embarazo en mujeres de 35 años o más, conlleva ciertos riesgos y debe controlarse con cuidado. La edad materna avanzada se asocia con un mayor riesgo de aborto espontáneo y una mayor probabilidad de anomalías cromosómicas como el síndrome de Down. Para controlar este riesgo, se recomiendan pruebas de detección y diagnóstico prenatales integrales, como la amniocentesis o la muestra de vellosidades coriónicas.
Además, una edad materna más avanzada se asocia con una mayor incidencia de diabetes gestacional. Manejar este riesgo incluye el control regular de los niveles de azúcar en sangre, llevar una dieta saludable y posiblemente usar terapia con insulina bajo supervisión médica. La presión arterial alta es otro problema y un control estricto de la presión arterial durante el embarazo es crucial para prevenir complicaciones como la preeclampsia.
Además, las madres mayores pueden enfrentar desafíos relacionados con la fertilidad y las tecnologías de reproducción asistida (ART), como la posible necesidad de fertilización in vitro (FIV). Estas intervenciones tienen sus propios riesgos y deben ser manejadas cuidadosamente por un especialista en fertilidad.
El riesgo de parto prematuro también aumenta con la edad materna. El manejo incluye atención prenatal vigilante, detección temprana de signos de trabajo de parto prematuro e intervenciones para retrasar el parto cuando sea necesario. Una educación y un apoyo prenatales adecuados pueden permitir que las madres mayores reconozcan y aborden estos problemas.
La edad materna avanzada se asocia con una mayor probabilidad de parto por cesárea (cesárea).
El apoyo psicosocial es crucial para las mujeres que quedan embarazadas a una edad avanzada. El estrés y la ansiedad asociados con un mayor riesgo pueden afectar la salud general de la madre. Los servicios de asesoramiento y los grupos de apoyo pueden facilitar una gestión eficaz al abordar problemas de salud emocional y mental.
Gestionar los riesgos del embarazo en la vejez implica un enfoque multifacético que incluye intervención médica, vigilancia estrecha y apoyo emocional. La colaboración entre los profesionales de la salud y las futuras madres es fundamental para garantizar un embarazo seguro y saludable para la madre y el bebé.
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